Hoy quiero compartir una experiencia maravillosa que viví recientemente: ser voluntario en el equipo de fotografía del Festival de la Conciencia en Barcelona.
Desde el primer momento que escuché sobre el festival, supe que quería ser parte de él. La idea de un evento que promueve el crecimiento personal y la evolución humana a través de charlas, talleres y diversas actividades resonó profundamente en mí. Decidí ofrecerme como voluntario, y debo decir que ha sido una de las mejores decisiones que he tomado.
CONOCIENDO A GENTE MARAVILLOSA
Trabajar como fotógrafo voluntario me permitió conocer a personas increíbles, tanto dentro del equipo como entre los participantes y ponentes. La energía positiva y la pasión por la transformación personal se sentían en cada rincón del festival. Conocí a otros fotógrafos con los que intercambié ideas y técnicas, y juntos capturamos momentos inolvidables que reflejan la esencia del festival.
Quisiera hacer una mención especial a Sebastián Cabral y Yago Vilaseca de Putos Espirituales.
UNA EXPERIENCIA ENRIQUECEDORA
Además de hacer lo que amo, que es la fotografía, tuve la oportunidad de asistir a algunas de las charlas y talleres cuando no estaba trabajando. Experimentar en un entorno tan consciente fue simplemente maravilloso y muy positivo.
En resumen, ser voluntario en el Festival de la Conciencia no solo me permitió crecer como fotógrafo, sino también como persona. La experiencia de trabajar en un evento tan significativo y conocer a personas tan apasionadas y dedicadas ha dejado una huella imborrable en mí.
Si tienes la oportunidad de participar en eventos similares, ya sea como voluntario o asistente, ¡no lo dudes! Estas experiencias enriquecen la vida de formas que no podrías imaginar.
Así inauguraba Sebastián Cabral el evento para ponentes y voluntarios